4 may 2007

París (IV)

El cuarto día en París, nos fuimos a la isla de Notre Dame a ver la Saint Chapelle, el ministerio de justicia y la catedral de Notre Dame.

Ya habíamos visto antes la Saint Chapelle, pero es un lugar de París que merece la pena volver a visitar. Está dentro del ministerio de justicia actual, que fue el palacio real en la antigüedad, por lo que para entrar hay que pasar controles de seguridad bastante estrictos, incluído el detector de metales.



Dentro de la Saint Chapelle.


Bajando la escalinata del ministerio de justicia.

Tras la visita a la Saint Chapelle y subir y bajar las escaleras del ministerio de justicia (recordando famosas películas), nos dirigimos a dar un paseo por Notre Dame. No subimos a las torres por que había una cola inmensa, así que nos dedicamos a dar un paseo dentro de la capilla, y ver y escuchar una misa en francés.

Al salir de la catedral dimos un paseo por la isla de San Luis, llena de placas indicando que allí vivieron grandes personajes de la historia francesa. Cansados de tanto pasear llegó la hora de reponer fuerzas comiendo en un restaurante griego de los que abundan en la huchette cerca de Notre Dame y Saint Michel.

Después de la moussaka nos fuimos al barrio de la Ópera y entramos en las galerías Lafayette, uno de los centros comerciales más famosos de París, con un mirador en la octava planta que te permite divisar todo París, salvo el Sacre Coeur que queda a la espalda.



La ópera de París.


Interior de las galerías Lafayette.


Desde el mirador de las galerías.

En la planta de juguetes, disfrutamos como enanos, dando vueltas y sobre todo viendo como hacían los ositos de peluche.
Visitando las distintas plantas nos dimos cuenta de que las galerías podían llamarse todo a 1000€ por que los precios eran prohibitivos. Eso sí, un lujazo, en cada planta sofás, con máquinas de agua y café para sentarse y descansar de la impresión de los precios.



Oh la lá.

De aquí nos fuimos a un barrio del sur de París para tomar unas cañitas con Jeanne. Si vas con una parisina encuentras sitios más baraticos, pero 2.5€ por una caña sigue siendo bastante, je, je.

Al final acabamos en el apartamento-buhardilla de Jeanne, cenando, charlando y escuchando música francesa.



En casa de Jeanne.

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