El fin de semana pasado bajamos a Málaga para aprovechar las rebajas. Nos habían comentado que el centro de Málaga está lleno de tiendas de ropa y además que suele estar semi vacío ya que los malagueños prefieren irse a los centros comerciales del exterior.
Llegamos el viernes por la noche al apartamento de Eva en pleno centro y nos fuimos de tapillas al beato (uno de los sitios que frecuentaba cuando vivía allí). A la mañana siguiente nos fuimos de compras, y era cierto. No hubo que hacer ninguna cola para acceder a los probadores y alguna pequeña a la hora de ir a pagar. Carmen se compró todo lo que buscaba y yo también pillé algo.
La comida en Huelin de pescaíto frito, por supuesto.
16 ene 2008
Sábado de rebajas
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