Este fin de semana se casó la Pepa, y por supuesto no podíamos faltar a tan magno evento en la populosa ciudad de Domingo Pérez. Así que nos enfundamos en los trajes, echamos una muda al maletero y cogimos dirección Madrid, hasta enlazar con la DP30 que nos lleva directamente a la iglesia de Domingo Pérez.
Al llegar nos dimos cuenta de que era un día especial ya que todos los lugareños estaban esperándonos para ver pasar en procesión a los novios y los invitados. Fue una ceremonia rapidísima (casi ni nos dimos cuenta que se casan), y destacar ese cura progre que pidió iluminación de dios para los que vivimos en pecado (no quedó claro si era para que siguieramos haciéndolo o para que pasáramos por la vicaría, je, je).
Tras varios vítores en la puerta de la iglesia, cogimos la DP30 dirección al restaurante. Allí comimos opíparamente servidos por nuestra camarera favorita (premio limón de la noche).
Al final, copillas, bailes varios con dj kun, y más copillas.
Al día siguiente desayuno con los novios en la cafetería del hotel y de vuelta a casa.
Una boda super divertida, en compañía de los amiguitos. ¡FELICIDADES PEPA!
Esperando a los novios.
La novia.
No photos, please.
Sonrientes.
Foto de grupo.
Escoltando a la novia.
Mi hermano gemelo malvado.
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