Así se llamaba el restaurante en calle Huertas, donde estuve cenando con Maca el día que llegué a Madrid.
Es un restaurante italo-argentino con un ambiente muy casero y una carta estupenda. Recuperé todas las fuerzas tras el largo día y lo pasé genial con Maca. Hacía tiempo que no quedábamos los dos sólos para ponernos al día.
Después al hotel a descansar que al día siguiente había que madrugar.
24 oct 2008
Piccolino de la Farfalla
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