El domingo pasado teníamos gana de ir al cine, pero a ver algo ligerito, que no durara mucho y que nos permitiera volver pronto a casa. La elegida fue la comedia francesa, Dios mío, ¿pero que te hemos hecho?
Un matrimonio francés con 4 hijas, tiene de yernos a un chino, un árabe y un judío, lo que provoca situaciones enrevesadas y discusiones en cada reunión familiar. La esperanza del matrimonio es que la hija pequeña se case con un francés católico, pero la sorpresa llegará cuando el novio elegido es católico, pero negro. Una película superdivertida con la integración como tema de fondo.
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