300

El miércoles pasado fuimos al cine a ver 300. Al salir hubo unanimidad: nos encantó a los once que fuimos.

300 está basado en el cómic del mismo nombre de Frank Miller, basado en la leyenda de la batalla de las termópilas, entre los griegos, capitaneados por lo espartanos y su rey Leónidas, y el ejército Persa de Jerjes.

Según las críticas que he ido leyendo, la acusan de poco rigor histórico. Pero que rigor histórico puede tener un cómic que está basado en una leyenda, y menos la película basada en ese cómic.

Si pasas de las críticas y vas a verla, prepárate a disfrutar de batallas espectaculares, imágenes que te hacen vibrar y una historia simple pero que no aburre para nada durante las más de dos horas que dura la película.

Probablemente vaya a verla otra vez para disfrutar de las escenas de lucha, aunque preferiría verla en versión original, ya que tras ver el trailer en inglés y acojonarme con los gritos de Leónidas (en la escena que lanza al pozo al emisario Persa, no hubiera sido necesario darle la patada, con la voz ya caía sólo), se echa de menos en la versión doblada una voz tan potente como en el original.