27 abr 2007

París (II)

El segundo día en París, cogimos el metro y nos fuimos a dar un paseo por el centro. Paramos en los Inválidos, una especie de hospital militar que Napoleón mandó construir para los veteranos de guerra franceses.



Vista de los Inválidos desde la parada del metro.

Está pegada a una iglesia, pero no pudimos entrar a verla por que estaban en plena misa. Los inválidos están todo llenos de armas y de placas conmemorativas a valientes soldados franceses y de guerras ganadas por todo el imperio.



Ya había metralletas antiguamente.

Desde los inválidos fuimos hacia el Sena y lo cruzamos por el puente de Alejandro III que es bastante famoso por sus estatuas y adornos dorados. Te permite cruzar el Sena entre los Inválidos en la zona sur y el Grand Palais y el Petit Palais en la zona norte. Aquí nos encontramos a los corredores de la maratón, pero como no madrugamos no pudimos ver a Moi y Fermín que iban algo más rápidos.



En el puente de Alejandro III.

Subimos por la rivera del Sena, con el río a nuestra derecha y los corredores de la maratón a la izquierda. Dejamos el Louvre a la izquierda, el D´Orsay a la derecha, cruzamos el Pont das Arts hasta que por fin llegamos al centro de París, las islas de Notre Dame y la isla de San Luís, mientras veíamos los puestos de libros y souvenirs tan típicos de París en la rivera del Sena.



Dirigiendo el tráfico a la plaza de la Concordia.


En la rivera del Sena.

En la isla de Notre Damme, pasamos ante la Saint Chapelle, el Ministerio de Justicia y el mercado de flores, justo antes de llegar a Notre Dame. Nos comimos un croque para reponer fuerzas y visitamos algunas de las tiendecillas alrededor de la catedral.



Notre Dame.

Habíamos quedado para comer con los maratonianos y Jeanne (una amiga parisina). Nos recogieron y nos fuimos a unos jardines en el norte de París, que "han fabricado" para los días de sol. Como era un día muy caluroso estaba el parque lleno de parisinos haciendo picnics super fashions tomando champán en copas de cristal y café en tazas de porcelana. Nosotros lo hicimos a la española con tupper y bebiendo a morro de la botella de agua.

Entre los maratonianos, nosotros, Jeanne, la prima de Fermín y todas sus compañeras de trabajo nos juntamos una buena representación española de picnic por los jardines.



Montaña artificial en el centro del parque.


Catarata hacia el lago que rodeaba la montaña.


Moi, Jeanne, Fermín, Bea, ........

Después de comer descansar y echar unas risas, nos despedimos de los corredores que volvían a Madrid y dejamos a los demás en el parque. Nosotros volvimos al hotel a descansar para más tarde salir a cenar.

Decidimos irnos a Montmartre y visitar el Sacre Coeur, pero cometimos el error de subir desde la parte baja de la colina, y andando por las escaleras. Que manera de sudar. Tras entrar en el Sacre Coeur, pasear por las calles llenas de creperies y restaurantes y ver a los pintores realizando retratos, acabamos en un pequelo restaurante cerca del Sacre Coeur, comiendo un crepe y una omelette.

Después de cenar, vuelta a bajar para ver el Moulin Rouge en todo su esplendor y de vuelta al hotel, antes de que cerraran el metro.



Esperando al crepe en Montmartre.


El Moulin Rouge.

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