El jueves pasado salimos con los compañeros de bulgaria a tomar unas cervezas por el centro de Granada. Intentamos ir al moro pero como siempre estaba abarrotado y nosotros estábamos bastantes, así que acabamos en el Poe, que aunque es pequeño no había mucha gente.
Después de probar casi todas las tapas del Poe, nos fuimos a la bodega de Antonio a por un cerdito de ribeiro, un jamón asado y el pulpo a la gallega, que triunfó. De ahí al blus a tomar unas copas no había más que un paso. Al día siguiente podéis imaginar las caras de todos en la oficina y en la reunión. Menos mal que Migue apareció con un par de ruedas de churros y chocolate para asentar el estómago.
Dancing
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