El miércoles santo por la noche quedamos en casa de Fito y Ada para tomar unas tapillas y reunirnos todos para después acercarnos andando hasta el Sacromonte para ver la procesión del Cristo de los Gitanos.
Yo ya la he estado viendo varios años y no me apetecía mucho ir sabiendo la que se lía, pero Carmen no la había visto nunca y le hacía mucha ilusión. El paseo para llegar hasta la cuesta de las negras es espectacular, lo malo fueron las dos horas que tuvimos que esperar de pie en una cuesta, hasta que llegaron (menos mal que llevábamos patatillas, cervezas y se podía comprar de todo en los puestos callejeros).
La verdad es que la procesión, con las hogueras y con el entorno es espectacular. Si no habéis ido nunca, no os lo perdáis si tenéis oportunidad, aunque haya que aguantar un poco la multitud y a la gente de la venta del gallo que este año han puesto unos altavoces para cantar saetas. ¿Se puede ser más cutre?.
Alhambra desde el Sacromonte.
Carmen e Ismael.
Jose, Rose y Ada.
Sacromonte abarrotado.
Viene el cristo.
El cristo de los gitanos.
Hogueras.
La virgen.
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