El día de la boda nos levantamos tarde, desayunamos algo y fuimos a dar una vuelta por el pueblo, en la que tuve que parar en un bar a tomar algunas cervecillas a ver si se pasaba la resaca (mano de santo).
Tras comer con Eva y su madre en su casa y echarnos una siesta, nos preparamos y fuimos a casa del novio, desde dónde partía la comitiva a la finca donde se celebraba la boda. Fue un paseo agradable, con la música de ronda acompañándonos, pero el calor era insoportable, hasta el novio durante la boda estaba secándose el sudor de la frente con un pañuelo. Tras una bonita y breve ceremonia atacamos la copa de bienvenida (antes de que salieran los primeros canapés ya habían caído varias cervezas y refrescos para aplacar la sed).
La cena estuvo genial, sobre todo por las vistas de la finca y el fresquito que se levantó, y ese postre (ñam, ñam). Después como siempre a la barra libre.
Una velada genial, rodeada de amigos y ya tenemos a la Mery casada.
Carmen.
Rebe, Eva y Carmen.
María y su padre.
Miguela y Chiara.
Con los novios.
Elegancia.
Con Miguel y Chiara.
Maca y Moi.
Carmen y Jose.
Nuestra mesa.
Que no les den más bebida.
El baile.
No hay comentarios:
Publicar un comentario