7 mar 2008

Maus


Hace poco Carmen me regaló Maus, el primer y único cómic en ganar un premio Pulitzer.

Maus es la historia de un superviviente de Auschwitz, Vladek Spiegelman narrada a su hijo Art, el autor del libro. Pero además, en Maus el autor también realiza un retrato de su padre en la actualidad mientras le va entrevistando para que le cuente sus vivencias en la guerra. También se deja ver la difícil relación entre el padre y el hijo. Los personajes se muestran como animales: los judíos son ratones, los nazis son gatos, los polacos cerdos, los ingleses y americanos perros.

Algunas críticas sobre la obra:

"El relato más efectivo y exitoso que jamás se haya hecho sobre el Holocausto."
--The Wall Street Journal

"Un logro sin ruido, conmovedor y sencillo, imposible de ser descrito con precisión e imposible sino mediante el comic"
-- The Washington Post

"La verdad es que Maus es un libro que uno no puede dejar, ni siquiera para dormir. Cuando dos de los ratones hablan de amor, te conmueve; cuando sufren, lloras. Poco a poco, a través de este relato compuesto de sufrimiento, humor y los desafíos cotidianos de la vida, uno queda atrapado por el lenguaje de una antigua familia del este de Europa, y es arrastrado por su ritmo suave e hipnotizador. Y cuando uno acaba Maus, se siente triste por haber abandonado ese mundo mágico..."
--Umberto Eco, escritor (El nombre de la rosa)

"No ocurre muy a menudo que aparezca un libro que sea tan arriesgado como aclamado. Éste es uno de dichos libros."
--Esquire

"Maus es una OBRA MAESTRA de la narrativa dibujada. Es apasionante. La historia de Art y su padre es casi más interesante que la historia del padre como superviviente. El equilibrio es perfecto: hay risas y llanto, un retrato psicológico perfecto (el del padre) y la reconstrucción de dos épocas (los años cuarenta y ahora) de sombrero. Spielberg chupó lo suyo de Maus al hacer La Lista de Schindler, que podrá interesaros o no (allá vosotros, lo de los pueblos que olvidan su historia y todo eso), pero que es un pedazo de peliculón. Cuando, después de leer las historias de las ratas judías y los gatos nazis Spiegelman, en la penúltima página, te muestra una foto real de su padre... joder, no es que se te salten las lágrimas, es que se te tambalea el tebeo y la percepción de la realidad. El virtuosismo narrativo de Spiegelman es total. Y la reconstrucción de la forma de hablar de su padre (que se perderá, me temo, en la traducción) es impresionante. Uno acaba admirando y odiando por igual al viejo, igual que él. Dadle una oportunidad. Ojalá hubiera muchos más comics de este estilo: narrativa dibujada, novela dibujada, historia dibujada, biografía dibujada.
-- Rafael Marín (en Comic a Gritos, 31/enero/2001)
Rafael Marín es escritor (Lágrimas de Luz), guionista (Los 4 Fantásticos) y director de la revista de estudios sobre cómic Yellow Kid.

"El relato huye de tópicos al uso y recursos a la truculencia gratuita tan popularizada por los medios; también se vale del mecanismo de utilizar animales antropomórficos sin que ello reste un ápice de gravedad al desarrollo del tema. La sencillez que predomina en el acabado esconde un proceso tan exhaustivo como riguroso cuyo primer paso fue para Spiegelman la grabación de las memorias paternas. El continuo redibujado de la viñeta, el trazo progresivamente sobrio y el dibujo desnudo conducen a una perfecta síntesis de imagen y palabra; de hecho, la intención de no diluir en el trabajo plástico la fuerza del relato da lugar a un dibujo que intenta pasar desapercibido, que pretende ser tan invisible como funcional. Igualmente arduo resultó el trabajo de documentación, incluyendo la reconstrucción visual del campo de Auschwitz en base a fotografías de la época tanto como de dibujos hechos por los propios reclusos. El resultado es una narración austera pero prolija, de estilo transparente y fluido donde el contenido prevalece sobre la forma y el duro mensaje sobre el medio. "
-- Yexus, en Diario Montañés

Un cómic que no hay que perderse. A todo el que se lo he dejado lo ha disfrutado tanto o más que yo.

1 comentario:

Sin Paliativos dijo...

Sencillamente no te deja indiferente, hace un tiempo que lo compramos, es una obra de arte.

Saludos