El pasado domingo vimos en casa El gatopardo, película de Luchino Visconti, con grandes críticas, y situada en Sicilia a finales del siglo 19.
Pues como suele pasar, las críticas hay que pasárselas por donde pierde la espalda el nombre, por que la película nos aburrió sobremanera, a pesar de la gran presencia de Burt Lancaster. Cerca de dos horas de película en las que no pasa nada de nada. Eso sí un vesturaio increíble.
Como anécdota, aparece el gran Terence Hill, antes de hacerse famoso por sus spaguetti westerns.
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