Ambéres es una ciudad mucho más grande que Brujas y Gante, pero con un centro histórico más pequeño y menos bonito, aunque está plagada de tiendas. Se tarda una hora y media en tren, y alucinas nada más llegar con su estación de trenes, un edificio maravilloso.
Nos diluvió durante la visita y tuvimos que comprar un buen paraguas ya que el nuestro murió ante las embestidas del viento. Con un poco de frío y húmedos no disfrutamos tanto de los paseos que dimos por el centro, aunque es una ciudad bonita (sin serlo en exceso).
Por la noche en Brujas, salimos a tomarnos unas cervezas y cenar.
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