El miercoles pasado conseguí convencer a Carmen para que me acompañara al cine a calmar mi lado friki, viendo el Motorista Fantasma, la última película basada en alguno de los personajes Marvel, que han llevado al cine.
En Marvel ha habido tres Motoristas Fantasmas distintos: un héroe enmascarado que vivió en el lejano oeste, Johnny Blaze, un motorista acrobático que recorría los Estados Unidos en una feria y Danny Ketch, un joven neoyorkino. En la película aparecen los dos primeros, aunque se han tomado ciertas licencias. Del primer motorista del lejano oeste, no conozco nada por lo que no se si es demasiado fiel a la historia. De Johnny Blaze han cambiado a su tío (en el cómic) por su padre (en la película), y no nombran a Zarathos, que es el demonio que lo posee, conviertiéndolo en el Motorista Fantasma ansioso por consumir las almas de los culpables.
El guión es algo flojito aunque la película entretiene y hace pasar un buen rato con los espectaculares efectos especiales. La moto esta muy bien conseguida y las escenas de persecución subiendo por el lateral de un rascacielos te dejan con la boca abierta.
Al aparecer varios demonios durante la película hay algunas escenas que provocaron algún grito y susto en la sala, pero no es una película de miedo.
Lo dicho una película entretenida que puede gustar a todos pero que entusiasma más a los que conocen el cómic.
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