El sábado pasado estuvimos Carmen y yo en la casa de Carlos (léase gatera) en Albolote. El tío se portó como un buen anfitrión y nos puso un licorcillo de membrillo destilado por el mismo (era el siguiente paso lógico en su vida, la destilación propia. Le falta el alambique) y un roncito pálido con sus pastas de chocolate.
Nos agradó mucho el piso, pero sobre todo pasar unas horas con el gran gato que esá muy perdido ultimamente y no hay quien lo vea.
¡Hay que repetirlo gato! Y la próxima vez con fotos del evento.
28 may 2007
La gatera
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2 comentarios:
El gato va encaminado a montar su propia marca de licores y vinates variados...tuve la fortuna de probarlo en Navidad....está riquísimo, es un artista!!!
la perra!!!!
muchas gracias señores!!!. La verdad que estaba pensando ya el nombre de la marca. En concreto, el licor se llama Tía Toñi.
El gato
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