Cuando vamos de viaje al extranjero, por la noche al volver al hotel, solemos poner la tele un poco de fondo y en Lisboa, París, Londres pues pillas algo del idioma, pero en Berlín no había manera, así que nos hemos dedicado a leer. Entre esos ratos, el avión y lo rápido que leo, me ha dado tiempo a leer varios libros.
Entre ellos, otro de Terry Pratchett, El país del fin del mundo: El bibliotecario de Ank Mophor (convertido en mono) está enfermo, y para curarlo necesitan saber su nombre. Nadie lo conoce salvo un mago de los antiguos de la Universidad invisible, Ricewind. Pero Ricewind se marchó al país de EcksEcksEcksEcks, que nadie sabe donde está. Al ir a buscar al mago experto en geografía un grupo de magos con el ama de llaves comienzan una aventura que les llevara a cruzarse con Ricewind en una aventura por el país del fin del mundo.
Otra hilarante historia de Terry Pratchett, con la que volví a disfrutar y reir como con los dos libros anteriores.
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