El domingo nos fuimos a recorrer Harlem por si podíamos ver alguna misa gospel, pero entre que llegamos un poco tarde y que nos dió cosa entrar en las iglesias, sólo pudimos ver alguna cosa a través de alguna puerta entreabierta.
Paseando por Harlem, nos dimos cuenta que tampoco se veían taxis y que eramos de los pocos blancos por el barrio. Tras recorrer algunas tiendas nos volvimos a Central Park, a dar otro paseo y aprovechamos para hacer unas últimas fotos y comernos unos perritos y unas garrapiñadas.
Por la tarde nos bajamos al Rockefeller Center, para comer un último cupcake en la pastelería que nos recomendó Ada y a comprar algunas camisetas y regalos. Flipamos al pasar frente a la tienda de Apple al ver el colón espectacular que se había formado.
Volvimos a casa no muy tarde para preparar las maletas y dejarlo casi todo listo, ya que era nuestra última noche en Nueva York. Salimos a cenar en un restaurante de Chinatown que estaba bastante cerca del apartamento, y que habíamos encontrado en varias guías, en las que decían que era el mejor restaurante del mundo para comer dumplings. No se equivocaban, estaba todo exquisito y además por lo que nos dijeron en la puerta mientras esperábamos a que nos tocará entrar (daban números en la puerta), tuvimos mucha suerte al ir un día de poca gente (normalmente está a reventar). Exquisitos noodles, pollo kung pao y sobre todo los dumplings.
Paseo por Chinatown y Little Italy y al apartamento a pasar nuestra última noche en Nueva York.
14 nov 2011
Nueva York - Día 7
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